Concepto de magnitud
En sentido amplio cuando hablamos de magnitud nos referimos al tamaño de un cuerpo o a la gravedad o importancia de un hecho. Así decimos ¡Que magnitud tiene esa ciudad! o ¡Qué magnitud cobró esa noticia! hablando de sus dimensiones y trascendencia.
En física es la propiedad de los cuerpos pasible de medición. Ellas son entre otras, la altura, la superficie, el peso, el tiempo, la temperatura o la longitud. Se las cuantifica comparándolas con un patrón o modelo (unidad de medida). Las medimos cuando comparamos una magnitud con otra.
Las magnitudes físicas pueden ser escalares, como la masa, la energía, la densidad o la temperatura, que poseen valores fijos, independientes del observador, para la física clásica. No poseen dirección ni sentido. Las vectoriales dependen del observador y poseen dirección y sentido, por ejemplo, la fuerza, la velocidad o la aceleración. Las tensoriales varían de acuerdo al observador, y sus números cambian de acuerdo al sistema de coordenadas elegidas. Los esfuerzos son magnitudes tensoriales.
Para medir por ejemplo la intensidad de un sismo se utiliza un sismógrafo. La magnitud del sismo es su intensidad o tamaño. Cuantifica al sismo de acuerdo a la energía sísmica liberada, de acuerdo a la escala de Richter.
En astronomía ya los antiguos griegos (Hiparco, siglo II a. C) clasificaron a las estrellas por sus magnitudes, ordenándolas en grados (primero, segundo, tercero… sexto) según su brillo. En el siglo XIX se elaboró una escala de magnitudes, estableciéndose que la diferencia de brillo entre una magnitud y otra era del 2,5. Actualmente se les asignaron otros valores, teniendo algunas estrellas tanto brillo que superan a las de primera magnitud, teniendo entonces, un valor negativo. Hay estrellas de enorme brillo con magnitudes negativas, como ocurre con Sirus. Las estrellas de sexta magnitud son las menos brillantes que pueden observarse sin la ayuda del telescopio. Mediante telescopio se han detectado estrellas hasta la vigésima magnitud.
En física es la propiedad de los cuerpos pasible de medición. Ellas son entre otras, la altura, la superficie, el peso, el tiempo, la temperatura o la longitud. Se las cuantifica comparándolas con un patrón o modelo (unidad de medida). Las medimos cuando comparamos una magnitud con otra.
Las magnitudes físicas pueden ser escalares, como la masa, la energía, la densidad o la temperatura, que poseen valores fijos, independientes del observador, para la física clásica. No poseen dirección ni sentido. Las vectoriales dependen del observador y poseen dirección y sentido, por ejemplo, la fuerza, la velocidad o la aceleración. Las tensoriales varían de acuerdo al observador, y sus números cambian de acuerdo al sistema de coordenadas elegidas. Los esfuerzos son magnitudes tensoriales.
Para medir por ejemplo la intensidad de un sismo se utiliza un sismógrafo. La magnitud del sismo es su intensidad o tamaño. Cuantifica al sismo de acuerdo a la energía sísmica liberada, de acuerdo a la escala de Richter.
En astronomía ya los antiguos griegos (Hiparco, siglo II a. C) clasificaron a las estrellas por sus magnitudes, ordenándolas en grados (primero, segundo, tercero… sexto) según su brillo. En el siglo XIX se elaboró una escala de magnitudes, estableciéndose que la diferencia de brillo entre una magnitud y otra era del 2,5. Actualmente se les asignaron otros valores, teniendo algunas estrellas tanto brillo que superan a las de primera magnitud, teniendo entonces, un valor negativo. Hay estrellas de enorme brillo con magnitudes negativas, como ocurre con Sirus. Las estrellas de sexta magnitud son las menos brillantes que pueden observarse sin la ayuda del telescopio. Mediante telescopio se han detectado estrellas hasta la vigésima magnitud.
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